Oh, el eco, qué dulce y melancólica palabra.
Eco era la ninfa en la mitología griega que perdió todo su cuerpo menos la voz a causa de una tragedia. Además carga con la maldición de solo repetir las últimas palabras que escucha. Lo que regresa, regresa siempre diferente, cargado de un matiz sentimental.
También eco, en física, es una forma de medir el espacio, ya que un eco implica haber "visto" ya una distancia considerable, tal como nos muestra el complejo sistema de ecolocación de los murciélagos, y también los radares de los barcos y submarinos. Sonido + Tiempo = Luz Acústica
Por si fuera poco, un eco puede reírse de nosotros, repitiendo irónicamente nuestras palabras en un espacio vacío que debería estar cómodamente ocupado, y sin embargo nosotros estamos solos y marginados en ese lugar.
Y ahí donde no hay eco no hay hueco para el espacio ni para el amor... no hay más que silencio.