Creo Kimy, que el punto de inflexión máximo fue el año pasado.
Por aquello que nos pasó tan fuerte, ¿recuerdas?
Fue un buen golpe, pero es lo que tienen los golpes, que te hacen madurar...
Entonces abracé el lado luminoso de la Fuerza.
Soy muy distinto desde entonces, mejor, más maduro, más adulto.
La experiencia al final es lo que te hace cambiar y avanzar.
Abrazos.