Un día va Change, muy emocionado,
en su pantalla buscando un juego que comprar,
con su Nintendo quería pasar la tarde,
y en la web fue a navegar.
En una tienda en línea
Encontró un cartucho de su saga favorita,
pagó rápido, sin dudar ni un instante,
esperando al día siguiente con ansia,
para en su Switch poderlo cargar.
Llegó el paquete, ¡qué feliz se sentía!
pero al abrirlo, solo cartón veía,
un pedazo de plástico y un papelito.
Un código traía, lo ingresó con fe,
la pantalla en rojo de pronto se ve.
"Error", decía, lo intentó una y otra vez,
tres veces más, sin poder creer.
En el cuarto intento, la luz se apagó,
y en la pantalla la Muerte apareció.
Con su sonrisa huesuda y una Beretta,
"Plata o Plomo," le dijo, "te toca perder".
Un remolino de píxeles y luz,
a Change de su sillón lo sacó,
hacia la TV fue absorbido de una vez,
su destino digital se selló.
Ya no es Change, es un Flappy Bird,
un personaje triste, píxel que no progresa,
condenado a repetir el mismo nivel,
en la pantalla una y otra vez por toda la eternidad.