La pregunta "¿Para qué tenés que tener mucha suerte?" puede interpretarse de diferentes maneras, dependiendo del contexto en el que se utilice. En general, sugiere que hay una situación, un objetivo o un evento específico que requiere una alta dosis de suerte para lograrlo o tener éxito en él. Puede implicar que las condiciones son difíciles, que hay muchos factores fuera de tu control, o que la probabilidad de éxito es baja y, por lo tanto, la suerte juega un papel vital