Me preguntaron por el tipo, el más mudo, y eso me intrigó
un hombre recatado rescatado del vicio del trabajo en barco
"Me disculpo si este escrito ofende a alguien, que ya está oscuro", dijo un muy necio
creyendo que en sus paños encontraría el retrato de un ciervo
"Pero comparado con mi escrito que hoy presento", dijo otro echado, de aspecto muerto
"el mío merece un marco; el suyo ni lo bajo en ofertón".
"Pero no, yo me refiero a este que están leyendo en PlanetAsk", dijo un tercero con delirios
pero en eso lo sacaron por un costo módico y sin preguntarle ni apellidos.
De este tipo, un hombre bajo pero sencillo, de manga larga pero bolsillos
que entre nada y este me quedo con el vato. Por él me preguntó Casiano, y pedí un trago para los dos:
Si me pregunta por el cara-d'-cesto, al man lo topo
lo he visto avergonzarse y a mí hasta un poco. "Si es tu ídolo te paso su teléfono"
pero de un falso bofetón me voló el cigarro y el sombrero. "No es que sea eso".
"Por favor, el hombre es joven de edad completa, con un buzo y aletas lo veo de atleta"
le insisto siempre listo, en la razón, con mi intención de ayudar dispuesta
"qué aletas ni qué gorras, ustes está loco". Pero lo fui convenciendo con tacto y opción
"El tipo sé que lo hechan sin mucha trama, pero para un hombre como usted es buena hasta una rana
yo le prometo que si algo falla en el tiempo de estipulo, le pago otra cerveza y le brindo un pulpo como mascota"
Él hosco, como esperado, volteó toda la mesa y me pidió prestado, yo tratando de calmarlo con más verdades, y el tipo con lo mismo, sin novedades. Mi cara, mis piernas y hasta mis vasos, el mudo no respeta lo que es de corazón. Si para la edad de los 30 y grandes ciudades no está preparado, mejor haberse ido desde chico a un poblado.
Pero como si leyera mi mente, me derribó y me apuntó con un fregón de intendente
"le acepto, como quiera, ya estoy cansado, mi esposa y su espesor de esparcir estupor deteniéndome de hacerle el cumplidor conversando"
Al hombre que pensábamos yo y mi amigo, que jamás sería aceptado, solo un foragido en su justa proporción, ya tenía un espacio en casa de este otro de anteojos, que les veo futuro como dos.
