Que es patético, de alguien inculto de país extranjero sin derecho a la libertad ni autonomía, que padece de un grado de inferioridad que ni con receta, que debería replantearse su vida, hacer chakras frente a la ventana, desactivar Twitter y si el origen es su propia mente, dejar de pensar. Respirar, contemplar la vida como una roca, sí, una roca. Y a veces ni con todo esto aprenden.
Pero si no funciona el berrinche siguen los golpes, correr en círculos y en algún momento aciertan.