Muchos años después de la llegada del gran ídolo que nos marcó como personas, surgirán dos figuras importantes con destinos entrelazados, pero opuestos. Uno será discípulo del otro, y será a través de una relación compleja y peligrosa que se revelará la verdadera magnitud de una gran lucha entre el bien y el mal: el Iluminado y el Maldito.
El Iluminado será aquel elegido cuyo conocimiento, esfuerzo y pasión brillarán como un faro en la desesperanza. No solo guiará en estos foros con sabiduría compartida, sino que su influencia trascenderá, tocando al mundo entero. Con su perseverancia y su afán de ayudar, iluminará el camino de muchos, mostrando con sus actos el poder transformador de la luz del conocimiento.
En el otro extremo, se alza el Maldito. Su mente también será sabia, su esfuerzo inquebrantable, y su perseverancia digna de admiración. Sin embargo, su corazón estará marcado por un oscuro propósito: con su vasto entendimiento, buscará el mal ajeno, tejiendo hilos de venganza universal. Su lucha será contra aquellos que, según él, representan la luz, mientras su alma se consume en un camino de sombras y resentimiento.
Cuando la batalla entre ellos estalle, el mundo entero se verá influenciado por la confrontación entre el bien y el mal, una lucha que definirá el curso de todos los que habitan esta tierra.
Y será el vencedor de esta confrontación quien marcará el camino a seguir para todos, con su visión del mundo.
