Dos jugadores enfrentados, acomodados en una mesa. Cada jugador tiene un número de vida y un mazo de cartas. Cada turno puede poner una carta de monstruo y tantas cartas de hechizos como desee. La mayoría de monstruos tienen efectos así que hay que leer, y los hechizos igual, que al último poco importa si es monstruo o hechizo. Se supone que los monstruos combatan pero los textos de las cartas pueden voltear todo. Puedes mandar a tus monstruos a combatir tan simple como que la carta más fuerte queda en pie y se descuenta de la vida la diferencia. Sin monstruos los ataques restan vida. Gana quien deje al otro jugador con cero vida.