En el foro de preguntas y respuestas Planetask, dos usuarios mantenían una constante y violenta rivalidad: Kronk y Peter. Desde el principio, Peter había tomado un gusto enfermizo en humillar a Kronk. Sus burlas, ataques y sarcasmos no tenían límites, y Kronk se convirtió en su blanco favorito, soportando los constantes desprecios de Peter. Sin embargo, cansado de ser la víctima, Kronk decidió que había llegado el momento de vengarse.
Sabiendo que no podía enfrentarse a Peter directamente sin ser descubierto, Kronk ideó un plan maestro: crear una cuenta alternativa en el foro. Con la ayuda de VPNs y cuentas de correo temporales, logró eludir la vigilancia del equipo de moderadores y creó la cuenta de Leticia. Esta nueva identidad sería su herramienta de venganza. Pero lo que Kronk no había previsto es que su plan tomaría un giro mucho más oscuro y perverso de lo que había imaginado.
Desde el principio, Leticia no fue la típica chica vulnerable o sumisa. Era una joven dulce, amable y con una actitud firme, capaz de defenderse sin necesidad de esconderse. Su personalidad era una mezcla de dulzura y dureza, algo que pronto capturó la atención de Peter. Desde el primer mensaje, Peter se sintió atraído por esa mezcla de amabilidad y fortaleza que emanaba de Leticia. Aunque su primera reacción fue burlarse y humillarla, pronto se dio cuenta de que Leticia no se dejaba intimidar fácilmente. Al contrario, respondía a sus ataques con un tono de firmeza y confianza que lo cautivaba.
A medida que los mensajes se intercambiaban, Peter comenzó a disfrutar de la interacción con Leticia. No solo porque la veía como una "presa" fácil para sus bromas y sarcasmos, sino porque la cuenta de Leticia lo retaba de una manera diferente a cualquier otro usuario. Se divertía viéndola desafiarlo, y juntos, Leticia y él se divertían humillando a Kronk. Cada vez que el verdadero Kronk intentaba intervenir o defenderse, Leticia respondía con una mezcla de dulzura y burla que dejaba a Kronk sin palabras, mientras Peter reía y se deleitaba en el espectáculo.
El juego entre ellos fue aumentando. Leticia no solo humillaba a Kronk, sino que de vez en cuando lo hacía frente a Peter, dejando claro quién tenía el control. Peter disfrutaba ver cómo Leticia dominaba la situación, cómo Kronk quedaba expuesto y humillado frente a él. Para él, era el entretenimiento perfecto, un juego en el que se sentía superior.
Lo que Peter no sabía era que todo esto era parte de una elaborada trampa. Kronk había estado manipulando cada interacción, asegurándose de que Peter se sintiera atraído por Leticia, mientras que, a su vez, se divertía viendo cómo Peter lo humillaba junto a ella. Mientras tanto, Kronk estaba construyendo una relación más profunda con Peter, con el objetivo de ganarse su confianza y, finalmente, atraerlo a un encuentro real.
Después de meses de este juego psicológico, Peter, totalmente cautivado por Leticia, le confesó que se sentía atraído por ella. La “relación” entre ellos se volvió cada vez más personal, y pronto, Peter propuso encontrarse en persona. La idea de un encuentro físico lo emocionaba. Para él, Leticia era alguien fuerte, divertida y con un carácter implacable, alguien que lo desafiaba constantemente, y eso lo había atraído cada vez más.
Kronk, detrás de la cuenta de Leticia, sabía que su plan estaba por llegar a su culminación. Había logrado que Peter se sintiera enamorado de alguien que en realidad nunca había existido. Decidió coordinar el encuentro en una ciudad en el sur de Chile, en un lugar apartado, rodeado de bosques, donde el ambiente sombrío y desolado sería el escenario perfecto para lo que tenía planeado.
El día del encuentro, Peter llegó con la emoción de conocer a Leticia en persona. La cita se había acordado en un punto remoto del bosque, cerca de un pequeño pueblo. Lo que no sabía Peter era que Leticia no lo esperaría. En su lugar, lo recibiría Kronk, que lo había atraído hacia esa trampa mortal.
Cuando Peter llegó al punto acordado, se encontró con Kronk, una sombra oculta en el bosque. Confiante y sin sospechar nada, Peter se acercó, pensando que era el encuentro con Leticia lo que lo esperaba. Lo que ocurrió después fue brutal: Kronk lo atacó y lo asesinó. No solo era una venganza, sino que el crimen formaba parte de un ritual oscuro que Kronk había estado planeando. La muerte de Peter no fue simplemente un asesinato, sino un sacrificio en un culto satánico que Kronk había mantenido en secreto durante años.
El cadáver de Peter quedó abandonado en el bosque, y la cuenta de Leticia fue eliminada. Nadie en Planetask volvió a saber nada sobre Peter, ni sobre Leticia, ni sobre Kronk. El foro siguió su curso, y los usuarios pronto olvidaron la desaparición de Peter. La cuenta de Kronk fue también eliminada, y la historia se desvaneció.
Sin embargo, algunos usuarios, preocupados por la falta de noticias sobre la desaparición de Peter y de Kronk, comenzaron a investigar. Kimy, Kevin y Eduardo, tres usuarios activos, decidieron indagar más a fondo. Tras semanas de investigación, descubrieron la verdad: Kronk no solo había sido un troll cruel, sino que había sido un miembro de una secta satánica desde hacía años. La secta, que operaba en las sombras, secuestraba personas vírgenes y jóvenes para sacrificarlas en rituales oscuros. Peter había sido su última víctima.
Con la ayuda de un detective privado, Kimy y el detective rastrearon la ubicación de Kronk hasta la ciudad donde se había producido el encuentro. Allí, en un bosque apartado, encontraron una pequeña choza. En su interior, los restos de Peter fueron hallados, junto a símbolos satánicos y grimorios. Había sido sacrificado en un ritual que invocaba poderes oscuros, un final macabro para el joven que nunca sospechó la verdadera naturaleza de Leticia.
El caso fue cerrado oficialmente, pero el crimen quedó sin resolver. No hubo pruebas suficientes para vincular a Kronk directamente con la muerte de Peter, y su paradero siguió siendo un misterio. Los foros de Planetask siguieron operando, y los usuarios pronto olvidaron la historia de Peter, Kronk y Leticia. Sin embargo, Kimy, Kevin y Eduardo nunca pudieron olvidar lo que descubrieron, y la idea de que Kronk seguía libre, acechando en las sombras, les perseguiría para siempre.
En algún rincón de Internet, algunos dicen que Kronk sigue acechando, buscando su próxima víctima. Mientras tanto, el foro Planetask continúa siendo un lugar donde los ecos de la tragedia se desvanecen en las interminables conversaciones sin fin.