...nos ponemos espirituales y se nos cuadriplica el cubo mental. Se abren infinitas de opciones a lo que pudieran referirse. Nos salimos de nosotros mismos, de las leyes que nos rigen. A un mundo donde las espinacas son una verdura separada de Popeye, a un mundo donde luego de un tapeo de pie puede venir un carraspeo y no al revés.