Kronk, no son los monters que querías, pero te dedique una pequeña historia xd
El regalo del amigo secreto
Era el 20 de diciembre de 2024, y Nacho entraba furioso a la oficina del hospital clandestino que gestionaba junto a Natielle. Aunque el lugar cumplía con las regulaciones mínimas para operar, su propósito verdadero era más... peculiar: robaban órganos de sus pacientes para donarlos a los niños del orfanato local.
Con un portazo que resonó por toda la oficina, Nacho irrumpió. Natielle, sentada frente a su escritorio y revisando un documento, alzó la vista con una mezcla de curiosidad y preocupación.
—¿Qué pasó, Nacho? —preguntó, mientras acomodaba sus gafas.
Nacho se dejó caer en una silla, cruzando los brazos.
—Me hicieron una trampa en la comunidad de PlanetAsk —respondió, con el ceño fruncido—. En la dinámica del amigo secreto navideño me tocó regalarle a Kronk.
Natielle parpadeó sorprendida.
—¿Kronk? ¿Ese tipo que te cae mal?
Nacho asintió con vehemencia.
—Sí, es insoportable. Siempre anda molestando, es más bajo que tú, ¡y eso ya es decir mucho!
Natielle soltó una carcajada.
—Lo aplastaria como un insecto
Él esbozó una sonrisa burlona antes de continuar.
—En serio, ya les había advertido que si me tocaba él, nunca más participaría.
Natielle negó con la cabeza, divertida.
—Bueno, bueno, antes de que sigas quejándote, tengo algo más importante que discutir contigo.
Le extendió un documento que había estado revisando. Nacho lo tomó, aún con la irritación en el rostro, y comenzó a leer
—¿Quién es Javier? —preguntó.
—Un niño del orfanato, tiene ocho años. Necesita un trasplante de riñón con urgencia —explicó Natielle, con un tono serio pero esesperanzado
Nacho miró el papel, pensativo, y luego alzó una ceja.
—¿De la misma estatura que Kronk?
Un brillo de travesura iluminó los ojos de Natielle.
—Exacto. Creo que Kronk podría ser el donante perfecto.
Nacho dejó el documento sobre la mesa y sonrió de forma maliciosa.
—Entonces, ya sé qué le regalaré a Kronk. ¡Una visita gratuita a nuestro hospital! Y de paso, Javier tendrá el mejor regalo de Navidad.
Natielle aplaudió, entusiasmada.
—¡Perfecto! Un final feliz para todos... menos para Kronk, claro.
Ambos se echaron a reír, satisfechos con su retorcido plan, mientras la nieve comenzaba a caer suavemente sobre el hospital. Porque en su mundo, el espíritu navideño también podía tener un toque... peculiar.
Horas después, Nacho llegó al hospital acompañado de Kronk, quien caminaba despreocupado mientras hablaba sin parar.
—Entonces, ¿ya no estás enojado porque te tocó regalarme a mí? —preguntó Kronk con una sonrisa.
Nacho suspiró, fingiendo resignación.
—No, ya me resigné.
Kronk, contento, continuó:
—¿Y por qué vamos a tu hospital?
Nacho sonrió con aparente calma.
—Ahí tengo tu regalo. Después, nos vamos directo a la fiesta con los demás en PlanetAsk.
—¡Perfecto! —respondió Kronk—. ¿Invitarás a Natielle?
—Por supuesto.
Al llegar, ambos entraron al hospital. Kronk saludó a Natielle, quien estaba revisando unos documentos. Nacho, discretamente, cerró la puerta con seguro tras ellos. Kronk se giró, notando el gesto.
—¿Qué está pasando? —preguntó, empezando a inquietarse.
Natielle levantó la vista y, con una sonrisa calculadora, le dijo:
—¿Sabes cuántos niños huérfanos necesitan órganos?
Kronk comenzó a retroceder, nervioso.
—¿Qué están haciendo?
Nacho avanzó lentamente hacia él.
—Nada... Solo que estás a punto de recibir tu regalo.
Kronk se llevó las manos a la cabeza, retrocediendo aún más.
—No, chicos, yo ya sé a lo que se dedican ustedes...
Natielle se cruzó de brazos, manteniendo su tono sereno.
—A salvar a los niños del orfanato.
—¡Pero a costa de qué! —exclamó Kronk—. ¡Robándoles los órganos a las personas!
Nacho sonrió tranquilamente.
—Pero lo hacemos gratis. Además, por ser tú, te cortamos una pierna y te la damos de recuerdo.
Natielle asintió con entusiasmo.
—Piensa en los pobres huérfanos.
Sin decir más, Kronk salió corriendo hacia la salida. Nacho y Natielle lo persiguieron, pero fue Natielle quien lo alcanzó lanzándose sobre él. Kronk cayó al suelo con un grito ahogado, y Natielle comenzó a saltar sobre él, aplastándolo con una risa maliciosa.
—¡Esto es muy divertido! —dijo, viendo cómo Kronk se retorcía bajo su peso—. ¡Mira cómo se mueve!
Finalmente, Kronk quedó inconsciente. Nacho y Natielle lo llevaron al quirófano. Mientras comenzaban la operación, Nacho tomó su teléfono.
—Voy a llamar a la señora del orfanato para decirle que Javier tendrá su riñón.
Natielle, acomodando el instrumental, asintió con satisfacción.
—Oh, sí, estamos haciendo una buena acción.
Tras completar la cirugía, llevaron el riñón al orfanato. La señora que los recibió les agradeció con lágrimas en los ojos, abrazando a ambos.
—Gracias por su generosidad. Esto salvará la vida de Javier.
Por la noche, Nacho y Natielle asistieron a la fiesta navideña de PlanetAsk. Saludaron a todos con sonrisas relajadas. Kimy, intrigada, les preguntó:
—¿Han visto a Kronk? Aún no llega.
Nacho se encogió de hombros.
—No lo hemos visto… Seguro anda disfrutando los Monsters que le di.
Todos rieron, ignorando por completo la macabra verdad. Mientras el ambiente de la fiesta seguía lleno de risas y villancicos, Nacho miró a Natielle y dijo:
—Feliz Navidad, Natielle.
Ella le devolvió la sonrisa.
—Feliz Navidad, Nacho.
Mientras tanto, en el hospital, Kronk se despertaba en una camilla fría, sintiendo un dolor punzante en su costado. Miró alrededor, confuso, y murmuró:
—¿Qué demonios...? ¿Dónde está mi riñón...?
Creditos: ChatGPT
Actores invitados: Natielle
Espero que te haya gustado tu regalo xd cuando recibí el MP donde me decían que eras tu, me enoje xd aun no hacíamos las paces, y después se me ocurrió esta idea
@Profesor Navidad