Es una de las bases del comportamiento humano. Aunque normativamente y para evitar el relativismo moral y las desviaciones patológicas, la educación debería venir o ser más fuerte sobretodo por parte de las escuelas, bien instruidas en valores y derechos humanos. Es algo así como un cojín objetivo para evitar que salgan sujetos de casas en las que se defiende la tauromaquia, el maltrato, etc. o se tiene normalizada la homofobia o la violencia de género.