Hay cierta correlación entre el sistema político con el que uno se compromete y la forma que se tiene de responder a esta vieja pregunta.
Según mi punto de vista y análisis:
La educación recibida en casa es una de las bases del comportamiento humano. Aunque normativamente y para evitar el relativismo moral y las desviaciones patológicas, la educación debería venir o ser más fuerte sobre todo por parte de las escuelas, bien instruidas en valores y derechos humanos. Es algo así como un cojín objetivo, una frontera, para evitar que salgan sujetos de casas en las que se defiende la tauromaquia, el maltrato, etc. o se tiene normalizada la homofobia o la violencia de género.
Aunque soy consciente de que hay muchas personas que defienden que la base principal debe ser el hogar y la familia, y aluden a las imperfecciones que tiene el sistema educativo. Aunque yo al preguntarme más por una fundamentación en el plano teórico y especulativo, siento que es función del gobierno de un Estado garantizar una educación en valores sólida al ciudadano, puesto que es más riesgoso confiar en la conducta de cada hogar descentralizadamente para dicha labor.
Hace algunos años en España hubo una polémica grande por el llamado "Pin Parental". El Pin Parental fue una medida propuesta por el partido de ultraderecha Vox según la cuál las familias tenían el poder para no autorizar a sus hijos a asistir a determinados eventos, charlas, etc. educativas, típicamente consideradas obligatorias. Estos eventos podían tener como objeto el abordaje de estudios de género, feminismo o educación sexual.
Más allá de lo que yo opine sobre estas jornadas, que es básicamente que este tipo de educación es necesaria para los estudiantes jóvenes para concienciarlos sobre un mundo nuevo que quizás no conocían, siento que es más importante el espíritu crítico y la valoración de alternativas que no la radical toma de decisiones en nombre de otro. En primer lugar, porque se subestima la inteligencia y madurez del menor por principio, delegando la integridad de la decisión en la familia sin tener en cuenta al hijo; y en segundo lugar, porque una opción más responsable es mostrar las alternativas desde una posición asertiva cuando uno no está conforme con los valores transmitidos en un aula.
Por ejemplo, un padre podría dejar asistir a su hijo asistir a esa charla sobre género y luego en su casa mostrarle cuál es su posición al respecto sin desprestigiar lo que el muchacho escuchó, argumentando en favor del biologicismo, etc.. Esto es útil para debates que no están del todo zanjados, y se fomenta la valoración de caminos más que el adoctrinamiento y la aceptación acrítica de algo. Ahora bien... ¿Qué opinas tú? Yo sigo defendiendo la labor del Gobierno en esta materia porque, más allá de los anteriores argumentos, es una muestra del progreso llevado a cabo en materia social, pero esta es la respuesta que doy tratando de buscar términos medios.